martes, 21 de agosto de 2007

FESTÍN.




Ciudad.
Agosto.
39,5º C.
Las calles aullan
con rabia inflamada.
Ardor.
Hambre.
Piernas escabulléndose
entre los parachoques.
Miles de klaxxons
llamándose entre sí,
reclamándose, necesitándose.
Ocurre.
Gritos elevándose al cielo ponzoñoso,
como mercurio.
Huesos, cartílagos, músculos.
Asfalto relleno con vida.
Metal glotón manchado de rojo.
Saciedad.
Espero.
Ya ruge la escalera.
Silencio y digestión.
Ciudad.
Agosto.
39,5 º C.


lunes, 6 de agosto de 2007

LECTURAS DE VERANO: "TODO PARACUELLOS".



Releo por estas fechas, aprovechando la edición integral por parte de Glenat, la serie "Paracuellos", del que ya es considerado por todos (incluído el Ministerio de Cultura) uno de los maestros de la historieta española: Carlos Giménez.
Obra de inspiración en gran parte autobiográfica, la sensibilidad y el cariño con los que Giménez trata a todos esos niños hijos de la posguerra que pulularon por los hogares del "Auxilio Social", no puede por menos que conmovernos. Aquellos hijos de familias rotas, víctimas inocentes de la locura de la recién instaurada Dictadura Nacionalcatólica y del "Espíritu del Movimiento", cuyos testimonios recogió el autor a través de cientos de entrevistas, se nos muestran como fueron, con sus bondades y defectos, a través de pequeños flashes. El hambre, el dolor, las alegrías, la amistad, el odio, en definitiva, la supervivencia en aquellas terribles instituciones, con sus monjas mal encaradas y sus instructores falangistas de torta fácil, nos son revelados a través de una serie de personajes, perfectamente definidos en sus personalidades. El dibujo de base realista con ligeros toques de caricatura del autor de "Delta 99" es capaz de transmitir, con una aparente sencillez, el caudal de intensas emociones que el grupo de niños protagonistas experimenta a lo largo de su paso por estos siniestros centros de acogida.
"Paracuellos" nos recuerda, al fin y al cabo, que en nuestra guerra civil sí que hubo vencedores y vencidos (aunque algunos se empeñen en negarlo), y que los vencidos se llevaron, como siempre, la peor parte. Afortunadamente para nosotros, "Pablito Giménez", el alter ego del dibujante, consiguió ser de mayor eso que el decía que quería ser en las historietas de "Paracuellos", dibujante de tebeos, para contarnos a todos aquellos retazos vergonzosamente ocultos de nuestra historia reciente.