lunes, 25 de agosto de 2008

BYE BYE ISAAC HAYES.

El pasado 10 de agosto fallecía el creador de grandes clásicos de la música negra de los 70 como "Soul Man" o "I had a dream", aunque siempre se le asociará con el sonido de un subgénero cinematográfico, la "Blaxplotation". Precisamente fue por la película fundacional de dicho subgénero, "Shaft", por la que obtuvo el óscar a la mejor canción en 1971. D.E.P.







viernes, 22 de agosto de 2008

PORNOGRAFÍA VS. ARTE.


Leo en el diario "Levante" que van a pasar en la "Filmoteca d´Estiu" la película "Querelle", del director alemán R.W. Fassbinder. Lo curioso, según el artículo, es que este film se estrenó en Valencia (que es la ciudad donde vivo por si hay algún despistado) en una sala X. A continuación hace referencia a que el resto de grandes obras de Fassbinder se presentaron en su día en salas de Arte y Ensayo, incluso con cierto éxito de público. Conclusión: ¿se restringió "Querelle" al circuito marginal de las salas para pajilleros por su alto contenido sexual (homosexual para más señas)? Probablemente. Y he aquí la cuestión que genera el debate.
Parece que cualquier representación explícita (o semiexplícita) de las relaciones sexuales conlleva inmediatamente la reacción negativa de crítica y público. De este modo, aquellos artistas cuyas manifestaciones incluyen dichos elementos, provocan en general airadas reacciones en contra.Pero no por su calidad como creadores, sino por atreverse a enseñarnos algo tan esencial en el comportamiento humano como es el sexo. Evidentemente, no toda la pornografía es Arte, pero el prejuzgar con la despectiva expresión "ésto es pornografía", aunque sea la respuesta más fácil, quizás sea también la menos reflexiva. Y es que si las obras de artistas como Koons o Mapplethorpe (donde la genitalidad está presente) aún provocan comentarios despectivos, eso significa que aún hay un largo camino por recorrer.
Que en este país llevamos 40 años de retraso respecto al resto de Europa es un hecho en el que parece que todos estamos de acuerdo. Pero que después de 30 de democracia aún arrastremos traumas de la educación nacional-católica no parece tan claro. Y no es por quitar responsabilidad a la conservadora influencia que sigue ejerciendo la Iglesia oficial en todos los ámbitos, pero ya va siendo hora de que el personal (y ya me estoy refiriendo a los que se dedican profesionalmente a descalificar el esfuerzo de mucha gente) abra los ojos de una vez y vea. Porqué quizás estén todos equivocados, y puede que "El diablo en Miss Jones" sea tan respetable en tanto obra de Arte que "Ciudadano Kane", pero además con la ventaja de que su visionado puede ayudarnos en la liberadora tarea de provocarnos un buen orgasmo.
En este orden de cosas, y a mi entender, hay que caminar con paso lento pero firme hacia la desmitificación y la normalización. Es decir, que la imagen sexual deje de ser transgresión y pueda pasar a convertirse per se en objeto de belleza. Ese paso previo sería el preludio, sin duda, a la necesaria y progresiva extirpación de nuestro inconsciente colectivo de ese nefasto y castrador concepto judeocristiano llamado pecado.
Hay, sin embargo, otra rama del árbol llamado pornografía que también provoca controversia: La violencia. Asociada indisolublemente al mismo concepto, es públicamente aceptada de modo mayoritario por todos los medios, pero en especial por los audiovisuales (cine y televisión). Paradojicamente, y al contrario que el sexo, su significado último tiene más que ver con el fin de nuestras vidas que con el principio (aunque al fin y a la postre Eros y Tánatos forman parte del mismo ciclo natural). El hecho de que su representación pueda ser considerada Arte o no ya sería tema para otro post.




miércoles, 20 de agosto de 2008

VERANO PSICOTRÓNICO.

Definitivamente de vuelta a la rutina y a los madrugones (hay que ganarse el pan). Y el veranito me ha cundido cinefágicamente hablando. Pelis de artes marciales, explotations italianas de zombies o robotitos entrañables animados han ayudado a sobrellevar los calores estivales (y algún que otro chapuzón, por supuesto). De "Wall-E" ya hablé en mi post anterior, así que no voy a repetirme. Sin embargo, no me resisto a comentar algunas delicias setenteras que nunca nombrarían en "Cahiers du Cinema".

La primera perla es una descarada copia de los muertos vivientes de Romero (de hecho uno de sus títulos fue "Zombi 2"), perpetrada en 1979 por el genio del spaghetti-mal rollo, Don Lucio Fulci. Estrenada en nuestras salas como "Nueva York bajo el terror de los zombies", la verdad es que de la ciudad de los rascacielos se ve bien poco, pues la acción transcurre casi exclusivamente en una isla del Caribe. Buenos efectos especiales, en la línea de todos los films del creador de "El Más Allá", con unos zombies de origen Woodoo que harán las delicias de los aficionados a los higadillos. Buen ritmo, actuaciones aceptables y atmósferas malsanas con buenas dosis de gore. Una auténtica gozada para ver, preferentemente, bajo los efectos de algún psicotrópico.
Escena bizarra: el combate bajo el agua entre un tiburón y un zombi.





Uiiisss!





Continuamos con una chulada de la factoría "Shaw Brothers". El clásico "Heroes of the Est" se tradujo aquí con el impagable título de "El paraíso del Kung-Fu-shaolin contra ninja" (y a mí que me recuerda al nombre de una pollería). Dirigida por Chia-Liang Liu, un habitual en las producciones Shaw, la película nos ofrece un catálogo de coreografías cuyo mayor aliciente, aparte de las habilidades de su protagonista Gordon Liu, es el enfrentamiento a causa de un malentendido, entre las diferentes artes marciales chinas y japonesas (y anda que no hay). Imprescindible para los aficionados al género.
Escena cachonda: el prota intentando aprender la técnica del mono borracho sobre la marcha.




Sígueme si puedes. Hip!





Hala. Otro día cuento algo sobre la colección pelis de Sonny Chiba (que "cool" que es el jodío. No me extraña que Tarantino esté flipado con este japo con cara de mala leche) que me estoy metiendo entre pecho y espalda, porqué no tiene desperdicio.

viernes, 8 de agosto de 2008

EL FUTURO DE PIXAR.


Parece que fue ayer cuando Pixar, la apuesta de Disney por la animación en 3D, nos sorprendía a todos con esa joya en forma de juguete llamada "Toy Story" y nos empezaba a mostrar las posibilidades técnicas y artísticas de los programas de animación por ordenador. Más de una década después, la compañía de John Lassiter, ya convertida en productora con entidad propia, no sólo sigue a la cabeza en la innovación y perfeccionamiento de esta técnica, sino que ha convertido por primera vez el cine de dibujos animados (con permiso de Miyazaki) en algo más que entretenimiento para niños.
Porqué con "Wall-E", Andrew Stanton nos muestra que se puede hacer cine con mayúsculas sin personajes reales. Es más, sin personajes reales ni humanos. Y si "Los Increibles" o la maravillosa "Ratatouille" parecían escollos insalvables en el creciente nivel de complejidad y calidad argumental de la compañía, la historia de amor del pequeño robot basurero significa otro salto al vacío en su nivel de creatividad. Ésto es cine adulto disfrazado de blockbuster, es cine que hace reflexionar, emocionarse y salir de la sala con una sonrisa de oreja a oreja. Es cine mudo (¡que primeros 35 minutos!), ciencia ficción, comedia. Y es cine político (no me extraña que los conservadores yanquis se hayan echado las manos a la cabeza) de altos vuelos. Cierto que la segunda parte de la historia pierde un poco de fuelle (curiosamente a partir del momento en que aparecen personas en la trama) pero desde luego deja el listón muy alto, no sólo para productos similares de la competencia (Dreamworks) sino para el medio cinematográfico en general.
Id a verla como debe ser, a una sala de cine y disfrutad, si los niños de la fila de al lado os lo permiten, del "cine del futuro".

Por cierto, las vacaciones bien, gracias.