Y no me estoy refiriendo al término gramatical referente al/los sexos.
Venga esta reflexión al hilo de una magnífica película que estuve revisitando el otro día en uno de esos canales temáticos que ahora proliferan. Me refiero a "Dos hombres contra el Oeste", de Blake Edwards. Un western (ah!, un "género") agridulce, con un inmenso William Holden (y un Ryan O´Neal simplemente correcto) que reflexiona sobre temas como la amistad, lo efímero de la existencia o el sentido de la responsabilidad. Y sí, es una "de vaqueros", pero está abordando conceptos universales que parecen ser exclusivos del único "género" aceptado unánimamente por la intelectualidad como serio: el drama.
Estoy intentando introducir un mínimo de duda en el sentir general de los "Mass Media" y la crítica especializada, y obsérvese que no me estoy refiriendo a un medio concreto (así que se puede incluir cualquier forma de arte popular: Cine, Literatura, Historieta). Porqué, a pesar de que el público viene reivindicando (sobre todo en lo referente al cine) con su consumo masivo determinados "géneros" (e incluso "subgéneros") tales como la Ciencia Ficción, el Terror o los Superhéroes (he aquí un síntoma del efecto trasvase desde otro medio, en franca progresión), determinados sectores de la elite cultural de este país (y hablo de éste, simplemente porqué es donde resido), empeñados en considerarse entes superiores al resto de los mortales, siguen despreciando sistemáticamente cualquier intento de hacer arte (o entretenimiento), desde una perspectiva, digamos, diferente. Honrosas excepciones las hay, por supuesto, como el escritor y filósofo Fernando Savater (ferviente aficionado y difusor del Fantástico), pero me temo que se quedan en eso de momento.
La cuestión está llegando hasta círculos tan, desgraciadamente, minoritarios y frikis como el del Cómic. Ya hay encendidos debates en la red (sobre todo en los ambientes blogueros) entre "gafapastas", defensores de la necesidad de dignificación de la narrativa gráfica a través de sesudas obras introspectivas, y "pijameros", amantes de la aventura y la evasión embutidas ambas en ceñidos trajes de licra (o cuero, que es lo que se lleva ahora). Aunque la verdad es que ésto daría para un post propio, así que no me voy a extender más.
Reivindico pues, desde este púlpito, el derecho a la diversión descerebrada viendo "Pulp Fiction" y "Operación Dragón" o leyendo las aventuras de Conan el Cimmerio , pero también, a través de esos mismos cauces, a sentirme maravillado por la profundidad metafísica del "Solaris" de Lem o la experimentación metalingüística y gráfica de "Watchmen". Y todo ello, permítanme ustedes el atrevimiento, sin tener que sentirme señalado por todos esos señores serios y sesudos que piensan que la palabra diversión es igual a estupidez.
Estoy intentando introducir un mínimo de duda en el sentir general de los "Mass Media" y la crítica especializada, y obsérvese que no me estoy refiriendo a un medio concreto (así que se puede incluir cualquier forma de arte popular: Cine, Literatura, Historieta). Porqué, a pesar de que el público viene reivindicando (sobre todo en lo referente al cine) con su consumo masivo determinados "géneros" (e incluso "subgéneros") tales como la Ciencia Ficción, el Terror o los Superhéroes (he aquí un síntoma del efecto trasvase desde otro medio, en franca progresión), determinados sectores de la elite cultural de este país (y hablo de éste, simplemente porqué es donde resido), empeñados en considerarse entes superiores al resto de los mortales, siguen despreciando sistemáticamente cualquier intento de hacer arte (o entretenimiento), desde una perspectiva, digamos, diferente. Honrosas excepciones las hay, por supuesto, como el escritor y filósofo Fernando Savater (ferviente aficionado y difusor del Fantástico), pero me temo que se quedan en eso de momento.
La cuestión está llegando hasta círculos tan, desgraciadamente, minoritarios y frikis como el del Cómic. Ya hay encendidos debates en la red (sobre todo en los ambientes blogueros) entre "gafapastas", defensores de la necesidad de dignificación de la narrativa gráfica a través de sesudas obras introspectivas, y "pijameros", amantes de la aventura y la evasión embutidas ambas en ceñidos trajes de licra (o cuero, que es lo que se lleva ahora). Aunque la verdad es que ésto daría para un post propio, así que no me voy a extender más.
Reivindico pues, desde este púlpito, el derecho a la diversión descerebrada viendo "Pulp Fiction" y "Operación Dragón" o leyendo las aventuras de Conan el Cimmerio , pero también, a través de esos mismos cauces, a sentirme maravillado por la profundidad metafísica del "Solaris" de Lem o la experimentación metalingüística y gráfica de "Watchmen". Y todo ello, permítanme ustedes el atrevimiento, sin tener que sentirme señalado por todos esos señores serios y sesudos que piensan que la palabra diversión es igual a estupidez.
Próximamente: ME GUSTAN LOS "GÉNEROS"...¿ Y QUE? -PARTE 2.
No hay comentarios:
Publicar un comentario