El pasado lunes fallecía de cáncer el creador y supervisor de efectos especiales Stan Winston. Considerado por la industria como uno de los más grandes en su campo, ha sido el padre de algunos de los personajes y criaturas del imaginario fantástico más populares del final del siglo XX. Ganador de 3 Oscars, sus trabajos con Spielberg, Cameron o Burton lo convirtieron en el más digno sucesor del gran Ray Harryhausen, y deja un legado imperecedero en la historia del cine.
Adiós maestro.
Adiós maestro.
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