lunes, 1 de septiembre de 2008

RENDERIZADOS ZEMECKIS S.A.


Anda el cine de animación revuelto con esto del 3D o CGI, en un momento en que las dos dimensiones parecen haber pasado a mejor vida (el anime japonés va por libre). Lo digo porqué el otro día estuve viendo "Beowulf" y al terminarla me quedé con una extraña sensación. Me explico. Al señor Robert Zemeckis, que me parece un director con oficio (me encanta la saga de "Regreso al Futuro"), le ha dado ahora por experimentar con el cine de ¿dibujos animados? Con franqueza, no se si es la denominación adecuada para sus últimas aventuras cinematográficas.
En la familiar "Polar Express", ya puso un piedrecita con el protagonismo de un Tom Hanks disimulado bajo las mallas de un programa informático. La susudicha no era nada del otro mundo pero el director de "¿Quien engañó a Roger Rabitt?" se quedó con el gusanillo, así que en su siguiente proyecto decidió que iba a echar el resto y en su, hasta ahora, último film ha capturado los movimientos de un montón de actores conocidos, los ha transformado en criaturas animadas y ha concebido una historia épica de aspecto fotorrealista. El resultado, que ya había tenido precedentes como "Final Fantasy" pero con menos pretensiones, no puede por menos que considerarse, como decía antes, raro . Porqué al margen de la historia, basada en un poema épico anónimo anglosajón (que no he leído), que narra con la solvencia justa una historia de héroes y monstruos que ha servido de base a diferentes novelas de fantasía heroica (y un par de películas del mismo título con actores), cabe preguntarse la necesidad de un formato que pretende calcar la realidad como fin en sí mismo.
Creo sinceramente que los adelantos técnicos que empresas como Pixar o Dreamworks vienen realizando en el campo de la animación deben estar al servicio de una historia y no al contrario. La película que nos ocupa parece no tener en cuenta esta premisa y se limita a intentar enseñarnos lo bien que quedan los juegos de luces y las texturas, o la naturalidad de los movimientos de unos personajes que para colmo, en ocasiones, parecen de cartón-piedra.
Un despropósito de presupuesto desmesurado en definitiva, que se queda a mitad de camino de todo y que no funciona ni como el experimento que pretende ser ni como film de aventuras al uso, con el agravante de que además desdibuja absolutamente las interpretaciones en las pocas escenas dramáticas que contiene.
Menos mal que por lo menos su visionado me ha resultado "virtualmente" gratis.



4 comentarios:

Carlos Castedo dijo...

Un buen guion es imprescindible para cualquier película, más o menos técnicamente avanzada o innovadora.
No he visto ninguna de esos films pero sí Walking Life de Richard Linklater que también juega con personajes reales y animación, pero con más enjundia filosófica.

SALVATRON dijo...

La peli de Linklater me pareció curiosa pero un tanto deslabazada. Tengo pendiente la adaptación con la misma técnica que realizó de "A Scanner Darkly" de Philip K. Dick.

Carlos Castedo dijo...

Walking Life es una acumulación de pensamientos sin una clara idea común o un objetivo final, pero me gustó, lo reconozco.
A Scanner Darkly no la he podido ver tampoco.

Anónimo dijo...

No hace mucho, vi Beowulf y no me dijo nada ó casi nada. Menos mal que me tocó en un sorteo.. Sinceramente, la historia no estaba del todo mal, pero para experimentos animados, mejor una gaseosa burbujeante.